DIALOGO DE LA LEY DE LA CALLE
Al cabo de cinco años, Steve
encontró a Rusty James por la calle:
- ¡Ei Rusty!
- ¡Anda pero si eres Steve!
- Si soy yo, ¿qué tal te va?
- Mira, desde que salí del reformatorio estoy aquí porque no
tengo dinero ni trabajo.-dijo con desanimo.
- Pues que podía esperar más de ti. Yo estoy a punto de acabar
mi carrera de profesor.-dijo con un poco de chulería.
- Que “cabron” que eres, yo no he podido ni entrar a hacer algún
taller de bricolaje.
- No te preocupes hombre, ¡yo te ayudare a buscar
trabajo!-exclamo con convicción.
- Ay, muchas gracias Steve, pero no te molestes.
- Si hombre, tu ya me ayudaste cuando éramos pequeños, no te
acuerdas.
Siguieron ablando y recordando su
pasado cuando eran jóvenes.
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