
SOMBRAS
Estaba anocheciendo, la tenue luz formaba sombras terroríficas que hacían un ambiente desagradable, el frio de esa noche se apoderaba de la ciudad. Pero algo distinto esa misma noche hallaba, en un rincón entre las sombras, una silueta negra sonriente esperaba a su próxima presa a la que capturar.
Él se despido y dio gracias por la cena, ya eran las 12 y al día siguiente trabajaba. Giró la esquina de esa misma calle con prisas para llegar a casa lo más rápido posible. En ese instante alguien o algo se le tiró encima, no pudo hacer nada ya que la silueta negra lo inmovilizó de arriba abajo. Pudo ver unas dos sombras más que lo estiraban hacia un callejón oscuro. Chillar era inútil y en una de las siluetas pudo ver caer de su rostro oscuro una sensible lágrima.
No veía nada, solo oía susurros que provenían de todas partes, susurros que no lograba entender. En ése momento fue el único en que el miedo lo invadió, no sabía que le esperaba entre aquellos susurros. Se encendió un lucecita que nada más iluminaba su parte en la que se encontraba encadenado. En ese instante una sombra más grande que las demás apareció entre medio de la multitud, en ese momento todos callaron. La silueta dijo unas palabras en idioma desconocido, después todos mencionaron otras. Un rato después de silencio la sombra cogió una daga que tenía guardada detrás la oscuridad. Desesperado él empezó a intentar desencadenarse, pero no tenia oportunidad, estaba atrapado. La cosa levanto la daga bien alta para que todos la vieran, y seguidamente la bajo con todas las fuerzas clavándola en la piel del hombre. Se oyó un grito. Todos se fijaron en él, calló en el suelo, de su boca se veía caer sangre. La sangre no era roja, sino negra. La supuesta víctima empezó a moverse, los ojos se escurecieron, después los pies y las piernas, así está que ya no quedo nada de él. Su vida pasada, su familia, sus amigos… todo eso para él ya no existía, porque él ahora era una triste alma en pena.
Una última lágrima cayó del supuesto rostro, y a partir de ese momento empezó su nuevo estilo de vida, como una sombra.