Había una vez un niño de unos siete años y medio, que era un pelín rarito un tanto espeluznante era vampiro. Al niño no le dejaban llevar a niños a casa porque claro siendo un vampiro pues vivía en un sitio un tanto ¡raro! Vivía en un ataúd dentro de una cripta, que está dentro de un cementerio. Al niño sus compañeros le pegaban porque decían que era raro o que nunca hacia los deberes, decían que era un matao un friki un poquito tonto. Hasta que un día el jefecillo de la "banda" que le pegaba lo siguió hasta que Justin se dio cuenta y lo despisto, mientras que el niño lo buscaba Justin lo cogió por detrás y lo intento, matar, pero Justin no savia que el jefecillo no estaba muerto. Justin se lo llevo a casa para que los padre, tíos, abuelos disfrutaran de toda la sangre que el pequeño Justin había traído a casa. Cuando Justin llego a casa sus padres le felicitaron pero a la vez le riñeron porque había matado a un niño. Y por eso decidieron esperar antes de comérselo a sí que Justin decidió guardarlo en el desván. Al cavo de dos horas i media el jefecillo se despertó y decidió investigar para haber por donde lo habían metido de repente se dio cuenta que estaba en una cripta. El niño asustado comenzó a dar vueltas por la cripta, de repente vio una especie de habitación llena de ataúdes, el niño asustado salió corriendo buscando la salida y la encontró el niño salió corriendo por todo el cementerio hasta que llego a la valla que cerraba todo el cementerio, el niño despavorido se puso a escalar la valla y lo consiguió el niño rápida mente sin pensarlo fue a la comisaría de policía, se lo conto todo y entonces la policía como estaba aburrida , aunque no se lo creían pero fueron y encontraron y Justin y su familia al final los mataron con una estaca en el corazón.