¿Problema? Siembra tormentas y recogerás tempestades.
Raúl enloquece después de 17 años soportando a un canalla abusón que atacaba tanto física como psicológicamente. Y se revela contra el mundo, por unos ideales que ni él comprende. Además, cuenta con dos amigos no muy "apacibles" Jorge era un skinhead forofo de su hermano (otra pieza). Y Guillermo, un muchacho inocentón incapaz de hacerle daño a una mosca, era como el hermano pequeño de Raúl.
Esos dos chavales le podían haber abierto los ojos, pero no lo hicieron, no eran conscientes de la demencia en la que se sumió su colega, no eran conscientes de las peleas constantes en su casa, no sabían nada de su amigo...
Dejando un poco de lado el libro (un magnífico libro por cierto) voy a centrarme un poco más en la violencia y a transformar este texto en un artículo de opinión:
Siempre he creído que la violencia no llevaba a ninguna parte, que no era más que un camino fácil pero arriesgado para un claro perdedor, ahora estoy hablando de la violencia gratuita.
Por otra parte, la violencia educativa no me parece tan mala, osea, no se, no me malinterpretéis, no soy un terrorista, simplemente creo que un par de leches a tiempo son mejor que tener un adolescente problemático anti sistema, es fácil, siempre dando un ligero margen y diferenciando las tonterías con las gamberradas, simple, acción - reacción, está claro que el caso que nos plantean en el libro es muy distinto, hay que saber controlar-lo, eres padre, es tu hijo, trátale como tal, COMPÓRTATE COMO TAL, y nunca, nunca, nunca pretendas hacer de tu hijo lo que tu quieras que sea.PD: Alicia, no colgué correctamente la publicación la primera vez, se me eliminó, lo siento.
1 comentario:
Hay alguna expresión inapropiada, pero en general está bien.
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